Una vez la señorita Maica nos puso a todos los niños detrás de una línea que había pintada en el suelo para hacer una carrera; teníamos que ir corriendo hasta el árbol grande del patio y volver otra vez hasta la línea del suelo. La señorita Maica dijo que la carrera empezaría a la de tres. Y contó uno… y contó dos… y contó tres.
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