El armario es el mejor sitio para esconderte cuando estás jugando al escondite con papá, aunque mamá nunca me dejaba esconderme allí porque decía que si se cerraba la puerta y luego no podía salir me iba a llevar un buen susto, y es que no es lo mismo estar encerrado queriendo, que sin querer, como cuando te castigan en tu cuarto; porque entonces ya no quieres estar allí aunque sea el lugar más maravilloso del mundo.
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