En el cole, a principio de curso siempre había niños nuevos. Los nuevos al principio estaban tristes por eso la señorita Maica decía que había que hacerles sentir como en casa. Les daba los libros y un baby como el nuestro; a los nuevos había que ponerles pupitre para que pudieran sentarse y hacer los trabajos de manualidades. Tenemos que enseñarle todo a los nuevos: dónde colocar la chaqueta, donde estaba el comedor, y los baños por si querían hacer pipí o lo otro. Antes de la primera clase, los niños tenían que salir a la pizarra y decir su nombre, así los conocíamos y poco a poco comenzaban a sonreír.
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